En una época de incertidumbre como la que vivimos en estos momentos es importante mantenernos informados, ¿Pero qué pasa cuando la información que consumimos solo son noticias negativas y preocupantes? Cuidado, porque los efectos psicológicos que tienen sobre la mente son elevados.
El término Doomscrolling hace referencia a la práctica de leer noticias negativas con una alta frecuencia y lamentablemente, desde el 2020 han abundado por doquier: la pandemia de covid-19, los funerales, el colapso sanitario, crisis económica, enfrentamientos políticos, etc.
Estudios como los realizados en la Universidad de Sussex, por ejemplo, nos indican que las noticias negativas no solo elevan la preocupación, también alteran el estado de ánimo, tanto es así que, en muchos casos, este hecho puede sumarse a otros para derivar en una depresión o en un estado de ansiedad Lo más complejo es que esta realidad actúa como un círculo vicioso y agreguemos a eso el hecho de que las noticias negativas se recuerdan más que las positivas.
No existe una única solución para detener por completo el problema del doomscrolling, pero sí una serie de hábitos que podemos comenzar a practicar con mayor continuidad para disminuir tanto el tiempo que pasamos consumiendo malas noticias como sus efectos:
El término Doomscrolling hace referencia a la práctica de leer noticias negativas con una alta frecuencia y lamentablemente, desde el 2020 han abundado por doquier: la pandemia de covid-19, los funerales, el colapso sanitario, crisis económica, enfrentamientos políticos, etc.
Estudios como los realizados en la Universidad de Sussex, por ejemplo, nos indican que las noticias negativas no solo elevan la preocupación, también alteran el estado de ánimo, tanto es así que, en muchos casos, este hecho puede sumarse a otros para derivar en una depresión o en un estado de ansiedad Lo más complejo es que esta realidad actúa como un círculo vicioso y agreguemos a eso el hecho de que las noticias negativas se recuerdan más que las positivas.
No existe una única solución para detener por completo el problema del doomscrolling, pero sí una serie de hábitos que podemos comenzar a practicar con mayor continuidad para disminuir tanto el tiempo que pasamos consumiendo malas noticias como sus efectos:
- Dosifica las noticias: la información es útil siempre que sea en su justa medida. Si quieres eliminar la obsesión que tienes con las malas noticias, puedes empezar por limitar la lectura de tus redes sociales y la prensa a determinados momentos del día.
- Habla más: Sabemos
que el contacto con otras personas es limitado en esta época, pero usa el
teléfono para programar reuniones virtuales con amigos o familiares donde la
conversación no se centre en las malas noticias.
Si
las anteriores recomendaciones no son de mucha ayuda, debes intentar alejarte
de las pantallas (móvil, tablet o PC) durante
un periodo de tiempo determinado para ir reduciendo así tu interés por la
información negativa. Puedes probar a dejar el móvil en otra habitación
mientras realizas distintas actividades, siempre con el sonido activado para
saber si recibes llamadas o mensajes de importancia.
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